“En 1995, decidí volver a la Gold Coast después de una no tan exitosa etapa en Sydney. Estuve dando vueltas por el negocio de distribución de deportes acuáticos de mi hermano, tratando de encontrar un lugar dentro de la empresa, sin mucha suerte. Phil (mi hermano) me sugirió que tomara algunas materias primas e intentara crear algo nuevo, básicamente un proyecto para sacarme de sus pies y de su oficina.

Siguiendo su consejo, me senté durante horas, de hecho días, en mi mesa de cocina, hasta que finalmente se me ocurrió una correa para perro con absorción de impactos. Bastante orgulloso de mi invento, hice alrededor de 100 y fui al mercado local de fin de semana a montar un puesto para ver cómo funcionaban... ¡Para mi propia sorpresa, se agotaron en 2 horas!

Continué vendiendo EzyDog en los mercados durante 9 años y construí toda una red de vendedores ambulantes en Australia y una fábrica estilo 'casa de atrás' en mi garaje. Cuando las correas Zero Shock comenzaron a llamar la atención en los mercados internacionales, llegó el momento crucial para la marca y el negocio. Los imitadores estaban pisándome los talones, así que nuevamente, gracias al consejo y la experiencia de mi hermano, establecimos una sólida asociación de fabricación en Asia, lo que nos permitió llevar EzyDog a todo el mundo. ¡Hay mucho más entre entonces y ahora, pero hoy estamos en 38 países con un equipo interno de más de 100 personas!”